martes, 27 de marzo de 2007


“Solamente las veía a ellas las olas. Muy pronto se convertían en mi respiración, en los latidos de mi sangre (…) y si alguien se ahoga: la miro desde mi ventana, a ella, la mar, a ella la muerte”

Marguerite Duras. La vida tranquila.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanto :)
A mi siempre me sucede que cuando llego a mar del plata, y piso por primera vez la playa luego de tanto tiempo, y veo el mar, quedarme tildada mirando.... Es tanto que muchas veces se me ha bajado la presion y todo... La impresion (es que somos tan chicos), su presencia (imponente), el saber que a pesar de que este calmo, en cualquier momento se nos puede venir encima...
sobre todo el respeto.
no me cabe en la cabeza la gente que lo contamina.