viernes, 18 de mayo de 2007

Vivo


Una luna de alfanje corta el valle de Morna.

La húmeda niebla envuelve el asiento trasero del destino.

Una hoguera de almendros esclarecía el desamor.

El viento se acerca, como una presenciainfinita.

La carretera serpea en la distancia,

como los cuerpos olvidados que van a dar al mar.

El fósforo de la tarde se dilata en los campos,

y el mar hace creer en otra vida.

Suenan, a lo lejos, los tambores de la playa,

una pavana ausente, el agua desamparada.

Las palabras comen de tu mano,como gaviotas de fuego,

como úlceras de la madera.

Tañedor de cuerpos, tu tez se ilumina en la brisa

y en la pena,aldaba de la lluvia.

Pero la isla se cierra, como un amante, sobre sí misma.

Recordó la noche en que casi perdió la razón.


De "La epopeya del laberinto" 2001

2 comentarios:

Eduardo dijo...

muy bueno, me gusta este poema y me gusta tu blog, te invito a que pases por el mio a ver que me dices
http://eduardomispoemas.blogstop.com
Te espero

María Victoria Dentice-Andres Salama. dijo...

Dale!, voy a pasar...
gracias por leer.
Coincido en que el poema es simplemente maravilloso.

Mi blog de poemas personal es:
http://estatuitas-de-valium.blogspot.com

cariños,
mvd