Se donde viven tus labios... Se donde ocultas la mirada... Bendigo tu sonrisa que calma la herida. Maldigo al extraño que te aleja de mi. Recuerdo el instante del mundo en silencio. Recuerdo tus ojos clavados en mi.
Qué haríamos pregunto sin esta enorme oscuridad...
¿Qué diré cuando la gente se detenga para tocar mi rostro?¿Cómo les hablaré de aquellas playas moribundas donde la mar se disfraza de antigua doncella?
mi cabeza llena de agua de rumores y ruinas
Luciernagas Ciegas.
Onix
Agoniza según tal vez rijosa fábula de ninfa alaceada por llamas de unicornios.
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