
Oigo como una ausencia que el misterio está muy cerca;
oigo como una músicaque la noche vuelve la cabeza.
Es la hora de las raíces y los perros amarillos;
en su sala de cristal, la luna llora con la cabeza entre las manos.
El hombre se pone como una máscara su silencio; sueña en el fondo del agua.
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