
CANCION DEL RETORNO
La luna absorta ha muerto, soñadores del mundo,
sus miradas quedaron evasivas y oscuras,
los niños de la tierra le cantaron la ronda:
Demos vuelta a la luna
a la luna redonda.
Tiene una cara viva
detrás de su alma rota.
Le haremos caminitos
de azúcar y albayalde
para que ella vuelva
a caminar el aire.
Rescatemos la luna, herederos del símbolo.
Cantemos con los niños la canción del retorno.
Que el mar del sueño vuelva a inundar el desierto.
Que me alcance la sangre para virar los Barcos
hacia la gran bahía del mito y del asombro.
Dejadme que camine junto a la luna muerta,
voy a tornar su rostro, hidalgos de la clave.
Mis arterias se llenan de apóstoles y credos.
Soy un curso infinito de amor inconsolable.
Esta tarde ha caído para siempre en mis manos
y con ella la sombra de la clausura eterna.
Los niños de la tierra me llaman sonriendo.
Yo me voy por sus ojos a juntar las estrellas.
Le haremos caminitos
de azúcar y albayalde
para que ella vuelva
a caminar el aire.
La luna absorta ha muerto, soñadores del mundo,
sus miradas quedaron evasivas y oscuras,
los niños de la tierra le cantaron la ronda:
Demos vuelta a la luna
a la luna redonda.
Tiene una cara viva
detrás de su alma rota.
Le haremos caminitos
de azúcar y albayalde
para que ella vuelva
a caminar el aire.
Rescatemos la luna, herederos del símbolo.
Cantemos con los niños la canción del retorno.
Que el mar del sueño vuelva a inundar el desierto.
Que me alcance la sangre para virar los Barcos
hacia la gran bahía del mito y del asombro.
Dejadme que camine junto a la luna muerta,
voy a tornar su rostro, hidalgos de la clave.
Mis arterias se llenan de apóstoles y credos.
Soy un curso infinito de amor inconsolable.
Esta tarde ha caído para siempre en mis manos
y con ella la sombra de la clausura eterna.
Los niños de la tierra me llaman sonriendo.
Yo me voy por sus ojos a juntar las estrellas.
Le haremos caminitos
de azúcar y albayalde
para que ella vuelva
a caminar el aire.
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