miércoles, 28 de marzo de 2007


Deja que las moscas entren deja que coman mis demonios deja que las moscas sacudan su polvo infecto deja que las moscas naveguen y se derritan en un esplendor de espíritus que esta pieza ya está llena de espíritus deja que las moscas entren el desafío es posarse en mi mierda y salir mariposas azules brillantes eternas como todo lo que tengo en esta cosa lo llaman corazón yo lo llamo cosa no importa sigue siendo el mismo vacío perpetuo deja que las moscas bailen con mi sombría y se apesten de la peste de mi sombría deja hombre que las moscas mueran antes que yo yo quiero velarlas y tú me traes flores después. Blancas.

XVIII
Hay olores que son volutas de carne húmeda un estigma en la entrepierna y pienso en que las flores son el invento más cacofónico de dios me alejo de mis antiguas metáforas de inocencia he conocido los espíritus de la demencia y un sistema de palabras que no son mías he abandonado el calor de las utopías ahora soy un desastre de versos inservibles la máquina es ahora una máquina sin rodamientos pura y simple atrocidad de letras frío frío como las mantis vómito de hielo y sé que no puedo.


XIX
Quisiera saber por qué buscas estas piernas llenas de arañas por qué insistes en alimentarlas ellas crecen juegan en mis piernas a veces vuelan hasta mis ojos y siembran en silencio sus telas yo te miro con estos ojos llenos de telas y tú insistes en sacudir mis canas y dejarme bella y sonámbula como a ti te gusta cuelgas tu sangre de las paredes y elevas promesas eternas a mis arañas besas mi frente reseca me imaginas en el aire de las mariposas amarillas hay un olor profundo yo me tapo las narices no quiero oír tu olor profundo buscas mis arañas te dan pena y sonríes sin cansarte yo no puedo quererte así tengo la boca rebalsada de otros besos son una seria peste que me ataca tú no sospechas que mis piernas tiemblan para otros besos ni siquiera yo.



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