martes, 27 de marzo de 2007

Agua.


AGUA

La noche halló mis alas rotas.
Mis clarividentes alas sin luz
Clavadas al piso.
Me oscurecí de presentimientos.
Me herí de presencias.
Bebí mi sangre hasta volverla personas.
La luz se ha ido de mí,
pétalos y sangre para mi corona,
sólo me quedan las promesas
de un reino muerto,
tus ojos llenos de destinos.
La eternidad sin ojos.


Marina Victoria Dentice, del libro aún en preparación, Agua.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y yo me pregunto: donde puedo conseguir los libros que has escrito?

María Victoria Dentice-Andres Salama. dijo...

jajajajaj
no lo se...
quizás se quemaron todos. Igual, cuando nos veamos te regalo uno.
Besos muchos niña.
Marina