sábado, 12 de mayo de 2007

El fondo del agua.


Nada

sólo la caída del fuego

sobre una semilla de cristal

La rosa de hierro aletea en el delirio

consumido después de nosotros después de ti

Tragaluces nos conocemos mal o no nos conocemos

La mano desnuda está de prueba tendida como para rendirse

El paisaje no tiene pudor

Hablo para las primeras cerezas azoradas para las estaciones

de perifollos al final de los naufragios

para las imágenes de plomo de las bailarinas partidas en dos.

No hay comentarios: