hay un tambor oscuro en la orilla lenta bailarina de mi otro cuerpo tu pálido vestido sin rumbo tu hijo alzado sobre las fosas y las fronteras falta un sonido falta ese sonido y todo será arrojado al mar hasta que el mar se seque y amanezca.
Qué haríamos pregunto sin esta enorme oscuridad...
¿Qué diré cuando la gente se detenga para tocar mi rostro?¿Cómo les hablaré de aquellas playas moribundas donde la mar se disfraza de antigua doncella?
mi cabeza llena de agua de rumores y ruinas
Luciernagas Ciegas.
Onix
Agoniza según tal vez rijosa fábula de ninfa alaceada por llamas de unicornios.
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